jueves, 9 de junio de 2011

Un simple cambio de protocolo

Publicado a las 6:57 p.m.

Vengo de leer una nota en La Nación, a propósito del World IPv6 Day del día de ayer, bajo el sensacionalista título de "Cómo será la nueva Internet que revolucionará nuestras vidas". El copete del artículo dice lo siguiente:

Compañías como Cisco, Google y Microsoft iniciaron la implementación del protocolo IPV6, una tecnología que permitirá la expansión de las conexiones a la Red de casi cualquier dispositivo, incluso electrodomésticos.
El título y el copete dejan en evidencia lo que se comprueba más tarde leyendo la nota: el autor relaciona directamente un simple cambio de protocolo con una realidad hipotética de "la internet en cada dispositivo", aún cuando son conceptos que se encuentran apenas tangencialmente relacionadas entre sí, lo cual confunde al lector no técnico. No sorprende que no esté firmado.

En realidad, el cambio de protocolo es mucho menos fascinante...

Explicación simple y corta: lo que sucede es análogo a cuando los números de teléfono eran de 6 cifras. En determinado momento se acabaron los números de teléfono disponibles. ¿Qué se hizo? Se agregó una cifra más, y la gente tuvo que acostumbrarse a su nuevo número de teléfono. IPv6 no es ni más ni menos que eso, aplicado al internet. Más "números de teléfono" para las computadoras.

No tiene nada que ver con tener robotinas en casa.

Explicación técnica y larga:

A cada computadora o dispositivo (como un celular) que esté conectado a internet, se lo identifica con un número denominado "Internet Protocol Address" o "dirección IP" que, de manera análoga a los números de teléfono, permite que puedan "contactarse" por internet. Según la especificación IPv4, las direcciones IP están formadas por 4 "octetos" (series de números binarios de 8 cifras), que da un total de 4.294.967.296 (232) direcciones posibles. Eventualmente, la cantidad de dispositivos conectados a internet va a ser mayor que ese número, por lo que teóricamente y según el periodismo no técnico, una vez alcanzada esa cifra sería imposible agregar nuevos dispositivos a internet. Esta fecha fue denominada como el "IPcalypse" (como juego de palabras entre IP y la palabra "apocalipsis" en inglés).

Pero en realidad esto es impreciso; el agotamiento de las direcciones IP disponibles no significa que no se puedan agregar más dispositivos.

Existe una técnica denominada Network Address Translation (NAT), que permite a varias computadoras conectarse a internet a través de un dispositivo conocido como Router (o "enrutador" en español), compartiendo todas la misma dirección IP pública. Ejemplo: en tu casa, el modem de tu proveedor es un router, que se identifica con una dirección IP ante internet. De un lado del router está la conexión a internet, y del otro, la red local (las computadoras de tu casa). Podrías conectar un número virtualmente ilimitado de computadoras a tu red local y todas tendrían acceso a internet, sin la necesidad de que ninguna tenga una dirección IP accesible desde el exterior. Para poder conectarse entre ellas, cada una tiene una dirección IP privada, solo accesible desde la red local.

El problema está, justamente, en que estas direcciones son solamente accesibles desde la red local. Esto permite que las computadoras dentro de la red "llamen" a computadoras del otro lado de internet, pero impide que suceda la operación inversa. Existen métodos para permitir esto (una técnica llamada "port forwarding"), pero son limitados y generan una carga extra sobre el router, que debe procesar el tráfico de la red.

Para solventar estas limitaciones se decidió cambiar el protocolo aumentando el número de direcciones IP a 8 grupos de 4 cifras hexadecimales, lo que permitirá un número astronómico de direcciones posible (2128 o 3,4 × 1038), considerado suficiente para otorgar a todo aparato existente y por existir una dirección IP única y pública.

Si llegaste leyendo hasta acá, entenderás por qué me quejo. Las heladeras ya podían conectarse a internet si querían. La única diferencia es que, con IPv6, va a haber suficientes direcciones para que cada una de ellas pueda tener una dirección pública. Eso es todo.